miércoles, 9 de octubre de 2013

41.

Zayn abrió la puerta y dejó pasar primero a Lucía. Esta se quedó mirando la pequeña sala que hacía de recibidor del piso. Era pequeño. La chica miraba con curiosidad. Solo quería observar donde vivía, si todo marchaba bien, su futuro novio. 
-Voy a cambiarme- dijo el moreno-. Si quieres algo de comer ahí esta la cocina. Este es el salón y esa puerta es el baño.

Lucía miró todos los lugares que señaló Zayn mientras que este iba hacia otra puerta y la cerraba. 
Su estomago gruñó.
-Me apetece jamón serrano- susurró ella con una sonrisa.

Caminó hasta la cocina y abrió el frigorífico. De pronto, Lucía pensó. Zayn pertenecía a otra cultura. No comía cerdo. Se mordió el labio y observó algo. Eran unas lonchas de pollo. Lucia las había probado en varias ocasiones. Se encogió de hombros. A falta de jamon...

Zayn buscaba una camiseta decente para ponerse. No quería ponerse ninguna vieja. Tampoco quería usar ninguna que tenía para salir de fiesta. Queria estar comodo. Buscó por los armarios. ¿Por que no encontraba nada? De pronto vió una de sus camisetas favoritas. Era una camiseta blanca con una cajetilla de tabaco. Se la puso con rapidez y se dirigió a la puerta para salir de su cuarto pero se paró en el umbral. Vió a Lucía en la cocina. Había abierto un armario y estaba intentando alcanzar la bolsa del pan de molde. Zayn se apoyó en el umbral para observarla un poco. Vió como se estiraba para alcanzar el pan, como sus dedos casi llegaban a rozar el envoltorio, como sus piernas se estiraban para intentar medir los centímetros suficientes para alcanzar la bolsa. El muchacho sonrió y se pasó la lengua por los labios para humedecerselos. Empezó a caminar hacia la cocina y se pegó a su espalda aunque sin tocarla. Sonrió cuando notó que Lucía, por la cercanía de su espalda con el pecho del chico, experimentaba como un escalofrío recorría toda su columna vertebral. Zayn alcanzó el pan de molde y lo dejo sobre la encimera.
-Gracias- susurró Lucía.
-No las des- dijo él en voz baja junto a su oído.

Otro escalofrío. Lucía se sonrojó y se dio la vuelta. 
Zayn le sonrió y la dejó espacio mientras daba dos pasos hacia atrás. 
-¿Quieres un sandwich?- preguntó Lucía.

Zayn sonrió.
-Vale.

Ella quitó el nudo de la bolsa del pan y sacó cuatro rebanadas. Despues cogió las lonchas de pollo y cogió dos para ponerlas sobre el pan. Notó, a su espalda, como Zayn se acercaba a ella y la cogía de la mano para ayudarla con los distintos pasos para preparar esa sencilla comida. 
-No soy tonta. Se hacerlo yo sola- dijo Lucía sonriente.
-Lo se. Pero no puedo resistirlo.
-¿El que?
-Tocar tu piel.

Lucía se volvió a sonrojar.
-Han sido tres semanas muy duras para mi- susurró él, como antes, a su oído.

Lucía sonrió. Si. Han sido tres semanas. Tres semanas para que el moreno la demostrase que no era, como dijo ella, un puton.
-Tres semanas viendote a todas horas, respirando tu mismo aire, estando en tu casa... Pero sin tocarte.

Lucía sonrie. Ella tambien ha tenido esa sensacion durante ese tiempo.
Zayn la ayuda a preparar el otro sandwich mientras que la da ligeros besos sobre el pelo. Con dulzura, con delicadeza, con amor. 
Ponen la ultima rebanada en su sitio y Zayn coge dos platos junto con dos vasos y dos botellines de cerveza.
-Sientate aqui. A mi vera- dijo él mientras se sentaba en el sofá.

Lucía le hizo caso y se sentó junto a él aunque sin rozarse. 
-Me has demostrado que no eres un puton.

Zayn sonrió ante las palabras de ella.
-Pero no es suficiente.

Zayn cambia su cara a una más seria.
-¿Que tengo que hacer?- murmuró él.
-No estoy segura.

Mentía. Lucía mentía. Zayn sabía que ella estaba segura con él. Pero necesitaba hacerla creer que no era así para que, día tras día, sorprenderla. Sorprenderla un poco más que el día anterior.
-Te abrazaré siempre que estes mal.
-Aún no estoy segura.
-Te llevaré al cine a ver películas románticas.
-Aún no se.
-Te invitaré a comer.
-No se, Zayn...
-Te haré regalo cada vez que hagamos meses juntos. Te haré sentir bien junto a mí. Pondré celosas a las demás mujeres porque eres tú la que esta conmigo y no ellas. Seré la persona que te conozca mejor después de tu madre. Seré aquel que te envíe mensajes de amor. Seré aquel que te llame ninfómana. Si, te llamaré así. Podría llamarte cariño pero, ninfómana- Zayn la miró a los ojos-, eso esta muy visto.
-No me gusta que me llames ninfómana- se quejó ella.
-Serás la única a la que llame así.

Lucía sintió como las clasicas hormiguitas recorrian desde la punta de los dedos de sus pies hasta su cabeza. Pero era una sensación más fuerte. Era una sensación tan placentera la que se producia al oir esas palabras que casi dolía. 
-Te llevaré a casa. Es muy tarde- dijo Zayn con una sonrisa.

Ambos se levantaron sin dar, apenas, un mordisco a la comida que habían preparado.Cuando llegaron al coche, Zayn abrió la puerta a Lucía y luego la cerró. Zayn entró en el coche e hizo algo que llevaba deseando desde hacía tres semanas.
-Dame la mano.

Lucía se la tendió y cuando Zayn la rozó notó como su piel se erizaba. Sonrió por la tranquilidad que sentía en ese momento. 
Despues guió sus manos hasta la palaca de cambios y puso la mano de la chica sobre ella y la suya encima. No podía pensar en dejar de tocarla. No. No quería. Y aunque quisiera no iba a poder. Su mano era un iman. La de Lucía su magnetita. Era, naturalmente, imposible soltarla.
-Ya hemos llegado- dijo Lucía.

Pero no. No era imposible. La había llevado hasta su casa en coche. Zayn se sintió estúpido. Tendrían que haber ido andando. Hubiera podido disfrutar un poco más de ella. 
-Lo se- dijo él apenado.
-Debería entrar ya, Zayn.
-Quedate un poco más.
-¿Para qué?

Zayn se mordió el labio. Y, por primera vez, sintió miedo de ser rechazado por una mujer. Se acercó a ella y dejo que sus narices se rozasen ligeramente. Notó la respiración entrecortada de ella y, después, juntó los labios con los suyos. Era una sensación fantástica. Pero, después vio las galaxias cuando ella abrió su boca y pudo saborearla un poco más.
Cuando se separaron ambos seguían con los ojos abiertos. Ella por nerviosismo. Él porque deseaba más besos como ese.
-Me tengo que ir- dijo ella.
-Esta bien.

Lucía sonrió y quitó su mano de la palanca de cambios. Zayn dejó de notarla bajo la suya.
-Buenas noches, ninfómana.
-Buenas noches, Zayn.

viernes, 27 de septiembre de 2013

40.

Laura sonreía mientras caminaba dada de la mano con Liam. De vez en cuando se encontraban a alguien pero ninguno de los dos paraban a hablar. Tenían claro que esa noche era para ellos dos solos. 
-¿Que tal has estado esta semana?- preguntó Laura con una sonrisa.
-Nervioso. Quería que llegase ya este día para disfrutar este rato contigo.

Laura se sonrojó sin pensarlo. Liam era un buen novio. En el poco tiempo que llevaban juntos se lo había demostrado. Presumía de ella, la invitaba a cosas, la demostraba que la quería... Liam se esforzaba mucho por la felicidad de su chica.
-Le he dicho a mis padres que tengo novia- dijo Liam sonriente-. Solo les he informado. No quiero ir a comer con ellos para presentártelos. Sería muy pronto para dar ese paso. Pero están felices.

Laura sonrió por aquellas palabras.
-Yo a mis padres no se lo he dicho. Mi abuela si lo sabe pero mis padres no. Me preguntarían todo sobre ti y me agobiaria. Pero, tranquilo, se lo diré un día de estos.
-Nunca me has hablado de tus padres- dijo Liam-. ¿Como son?
-Son buenos padres. Se preocupan mucho por mi y me ayudan en todo lo posible. 
-¿En que trabajan?
-Arquitecto y quiropráctico.
-Buenas profesiones.
-Si- dijo Laura.

Laura intentaba sonreír pero estaba nerviosa. Liam no sabía que era una chica adoptada por una pareja de gays.
-¿Que piensas de los homosexuales?- preguntó.

Liam la miró y frunció el ceño.
-Pues... ¿Por qué lo quieres saber?
-Un amigo salió el otro día del armario y sigo en shok- mintió ella-. ¿Que piensas de ellos?
-Vengo de una familia que me ha enseñado a respetar a todas las personas aunque su condición sexual, religión o cultura sea distinta a la mia. Los homosexuales pueden ser felices. Deben de ser felices. Y si quieren pueden formar una familia. No tiene que haber una ley que se lo impida.

Laura sonrió al oír esa respuesta. Liam había pasado la prueba de fuego.

La discoteca estaba llena de gente ese día. Harry, Louis y Niall habían convencido a Zayn para que saliese esa noche. Niall pensaba que estar tanto tiempo metido en casa podía afectar a Zayn, un chico que siempre quería estar en la calle. 
El moreno se encendió un cigarro al ver pasar una rubia por delante suya.
-¿Vas a ir a por esa?- preguntó Harry.

Zayn negó con la cabeza. 
-¿A por la morena?

Zayn volvió a hacer el mismo gesto.
-No voy a ir a por ninguna- dijo después de expulsar el humo del cigarro.

Harry le miró mal.
-No cambies por una tia.
-Me gusta esa tia. 
-Dejale, Harry- dijo Louis-. Tú no entenderás esto hasta que tengas pareja.
-No quiero tener novia. Te quitan la libertad.
-A Zayn Karen no se la quitaba- dijo Niall riendose.
-Karen fue un error- dijo Zayn.
-Todas las tías son un error- insistió Harry.
-Que Paula pase de ti no significa eso- dijo Niall.

Zayn y Louis se rieron al ver la cara que puso el de rizos ante el comentario. 
-Paula no pasa de mi. En realidad la tengo loquita por mis huesos pero hay un problema- Harry miró a los ojos a sus tres amigos para que le tomasen en serio-: ella a mi no me gusta.
-Fantasma- susurró Zayn.

Los demás se volvieron a reír. 
Zayn se terminó el cigarro y se levantó de su taburete. 
-Voy a ir a por algo de beber. ¿Quereis algo?- preguntó.
-Tenemos las cervezas que hemos pedido antes- dijo Niall mientras que levantaba su botellin.

Zayn hizo un gesto de afirmación y se acercó a la barra donde había mucha gente. Iba a tardar en conseguir la bebida. 
De pronto, notó como alguien le agarraba del culo para darle un pellizco. Se sobresaltó y se giró rapidamente para ver quien era el autor o la autora de ese acto: Nicole.
-Hola, guapo- dijo ella.
-Hola- dijo él indiferente por su presencia.
-No me llamaste.
-Perdí tu numero- mintió. Zayn recordó el momento en el que estaba a apunto de llamarla pero que, como si hubiese sido por arte de magia, finalmente, acabó rompiendo el papel en diminutos trozos y tirándolos a la basura porque se dió cuenta que quien le gustaba era Lucía-. Después no te volví a ver para pedirtele otra vez.

Nicole sonrió y se acarició las puntas del pelo.
-Ahora me tienes aquí. 
-Ya lo veo.
-¿No vas a pedirme el número?
-¿Para qué? Ya estas aquí.
-Es cierto. ¿Vienes a bailar?
-No.
-En ese caso... ¿Me invitas a una copa?

Zayn miró a la chica.
-Tengo dinero para dos copas y luego quiero otra.
-Esta bien- dijo ella sonriendo. Despues se acercó al oido del moreno y susurró algo-. ¿Sabes? Mi apartamento esta a unas manzanas de aquí. Podríamos ir y hacer lo que quieras.

Zayn la miró de nuevo.
-Lo siento. No.
-El otro día querías- dijo ella sorprendida.
-Cierto. Pero hoy no. Ni mañana. Te puedes ahorrar el darme tu número. No te voy a llamar.
-¿Y eso a que viene ahora?- contestó Nicole cabreada.
-Tengo que dejar la vida de puton. Una chica que me gusta me lo dijo y quiero que no piense de mí que soy un puton- dijo él recordando el adjetivo que le dio Lucía semanas atrás. Tenía que conseguir dejar de lado esa faceta suya para tener algo con Lucía. 
-¿Me estas llamando puta?

Zayn no pudo responderla. Nicole le había tirado el liquido de una copa que estaba en la barra en la cara y se había ido echando humo por las orejas. Zayn se llevó las manos a la cara para poder secarse un poco. Después se miró la camisa que se había puesto. Estaba toda mojada. Suspiró y se giró para irse a casa pero se topó con alquien que le tendía un pañuelo de papel mientras sonreía.
-Te ha mojado mucho, ¿eh?- dijo Lucía mientras le tendía la servilleta al moreno.
-¿Has escuchado todo?- preguntó Zayn.
-Todo.

Zayn sonrió al notar la mano de Lucía acoplandose a la suya.
-Vamos a tu casa para que te cambies. Creo que tenemos que hablar.

lunes, 23 de septiembre de 2013

39.

*Tres semanas después*

-Vamos, Zayn. Ya no sales nunca- se quejaba Niall mientras ponía un rodapie del suelo del piso de a abajo.

Zayn negaba con la cabeza mientras cogia el martillo para darselo.
-No puedo.
-¿No puedes o no quieres?- preguntaba Harry alzando una ceja.
-Las dos cosas- dijo el moreno sacando un pequeño clavo de la caja de herramientas.
-Memo. Tu estas así porque Lucía te dijo que dejases de ser un puton. A las tias hay que ignorarlas- aconsejó el de rizos-. Al principio no. Al principio hay que tratarlas como princesas pero luego: si te he visto no me acuerdo.

Louis miró con asco a su amigo mientras que antes de volver a ala lectura del periódico que tenía entre manos. "Hope Marshall: la joya del boxeo nacional". Se mordió el labio. Llevaba varias semanas sin verla. Bueno, sin verla en persona. Por aquel entonces era de esperar que en cualquier programa de deportes hablasen de ella. Salía en la television, en la radio, en los periodicos y revistas... Y Louis leía y escuchaaba todo para no perderse ningun detalle. "Hope Marshall derrota a Rose Rowell", "Gran combate de Marshall contra Steel", "Hope Marshall contra el mundo". Louis veía que poco a poco Hope se estaba volviendo famosa. Se sentí orgulloso de ella pero a la vez no. Cuando estaban saliendo juntos ella ponía mucho incapie en la ilusión que le producía que su padre le dijese que la comida que había preparado estaba deliciosa. Nunca mencionó que el boxeo fuese lo más importante en su vida. Pero Louis sabía que Hope había ido por ese camino para a ayudarle a olvidarla.
-¡Louis! ¿Estas leyendo otra vez el articulo de Hope?- preguntó Liam preocupado.

Louis miró a su amigo y cerró el periódico para después doblarlo.
-No- mintió él-. Estaba mirando los partidos de la próxima jornada de baloncesto. Me llama la atencion el fichaje de Mata.
-Mata es futbolista. No juega al baloncesto- dijo Niall-. Preparate bien las mentiras.
-¿Lo ves, Zayn?- preguntó Harry-. Si sigues por ese camino con Lucía acabarás como Louis.

Louis le miró mal pero luego sonrió al ver la cara de Harry al percatarse de la presencia de Paula por el pasillo.
-¿Me dejas pasar?- preguntó ella al ver que Harry estaba sentado en medio del pasillo.

Harry la miró neutralmente y se apartó. Cuando Paula pasó a una de las habitaciones suspiró aliviado.
-¿Ves Zayn?- preguntó Liam-. Si sigues por el mismo camino con Lucía acabarás como Louis... y como Harry.

Todos empezaron a reirse por el comentario de Liam.

-Todo por aquí esta genial- decía Hope por telefono a su hermana Ana-. En los hoteles a los que voy se forman grupos de fans que no me dejan pasar cuando voy a salir. ¡Y me dejan bombones sobre la almohada!

Ana se rió.
-Que suerte. Yo tengo que soportar las judias verdes que me pone mamá en el plato. ¡Te echo de menos a ti y a tus platos!
-Seguro que echas de menos más mis platos que a mi.
-Decirlo suena un poco mal pero así es.

Hope hizo un sonido de sorpresa y de dolor a la vez.
-Que mala hermana eres- dijo finalmente.

Las dos se rieron y cuando pararon volvieron a entablar conversación pero, esta vez, con otro tema.
-¿Que tan con Niall?- preguntó Hope.
-Igual.
-Deberías hablar más con él. Quiza siente algo por ti.
-No creo. 
-¿Cuanto llevas sin verle?
-Unas tres semanas. Lo que llevo sin ir a casa de Paula y de Lucía.
-Bueno... ¿Y que tal lo de modelo? ¿Te han llamado ya?

Ana se tumbó en la cama y suspiró.
-No. Me tendrían que haber llamado hace un mes mas o menos. -Joder... Bueno, seguro que sale algo que...
-No creo que salga nada. No he ido a mas sitios para hacer entrevistas. Estoy centrada en los estudios. ¿Y tú que tal los combates?
-¡Genial!- dijo Hope-. Estoy ahora en Liverpool. Asi que esta noche ire a Londres.

Ana sonrió.
-Eso es bueno. Llevamos dos semanas sin verte.

Lucía jugaba a una partida de bolos de la Wii con su hermano. El pequeño le estaba ganando y estaba feliz. Que inocentes son los niños. 
-Gonzalo- le llamo su madre-. Tienes la merienda en la mesa de la cocina.

Gonzalo dejo el mando sobre la mesa y sonrió mientras caminaba para ir a merendar dejando así a Lucía sola en el salón de la casa. Le tocaba tirar a su hermano asi que no podía tirar. Cogió el movil y respondió a unos cuantos mensajes. Uno de ellos era de Zayn. "¿Salimos hoy? Yo ya estoy en mi casa pero me ducho y puedo ir a por ti en menos de media hora". Lucía sonrió. Se lo estaba haciendo pasar mal. Desde aquel dia en el parque no había hablado con él. Hasta que no le demostrase que cambiaba por ella no le diria nada. Eso a Zayn le ponía nervioso. "Hablame, por favor". Lucía puso otra sonrisa en la cara. "Lucia...". 
De pronto, notó como el sofá se hundía a su izquierda.
-¿Que te dice Zayn?- preguntó Paula. 
-Lo mismo que todos los viernes y los sábados.
-Le estas torturando mucho- dijo Paula.
-Lo se.
-No se por que sigues con esto. Sabes que no sale casi. Nunca le vemos. Siempre estan todos menos Zayn.
-Quiero verle en la discoteca y que no este con una chica.

El movil de Lucía volvió a sonar. Esta vez era Laura. 
"Hey!".Lucía sonrió.
"¿Hacemos algo esta noche?" preguntó Lucía.
"Lo siento. He quedado con Liam para dar una vuelta. Hacemos un mes ya".
Lucía sonrió por su amiga. Laura era feliz con Liam. Se lo merecía.

lunes, 9 de septiembre de 2013

38.

Louis miraba a Harry divertido mientras este intentaba parecer distraido. Louis sonreía al ver que el de rizos estaba enfrente de la television intentando enterarse del programa que estaba viendo. Pero Harry solo se rascaba la cabeza y suspiraba. De vez en cuando tambien cambiaba de canal pero el nuevo programa que veía no le tranquilizaba para nada tampoco. 
Louis le daba de vez en cuando agua y Harry se la aceptaba sin rechistar. No tenía sed pero esos pocos segundos que tomaba para beber los utilizaba bien. Dejaba la mente en blanco para no pensar en el problema que había creado y para procurar no atragantarse. 
Louis soltó una carcajada cuando le vio rascarse la nuca por octava vez en tres minutos.
-¿Te parece divertido?- preguntó Harry molesto.
-Si- soltó Louis pero al ver la cara de su amigo y compañero de piso se puso serio-. ¿Que va a pasar? Fue solo un beso.
-Con Paula.

Harry expuló un largo suspiro y rascó de nuevo su cabeza.
-No me acuerdo de nada- dijo.
-Normal. Te bebiste hasta el agua de los jarrones- dijo Louis.
-¿Seguro que la besé?
-Seguro.

Harry parpadeó intentando asimilarlo. ¿Por qué la besó? No tenía ningún sentido. 
Movio la cabeza en forma de negación. Pero ¿a que negaba? ¿A que le gustaba Paula o a que iba a dejar ese tema de lado? Ni él lo sabía.

-¡Abrid la puerta!- chillaba Hope desde la cama.

Silencio. Todos la ignoraban. Y sonó el timbre por segunda vez.
-¿Quereis abrir?- volvió a chillar.

Hope bostezó mientras se volvía a arropar con la manta de su cama. Quería volverse a dormir. Pero el desagradable "ding dong" del timbre lo impedía.
-¿Pero que pasa con esa puerta?- chilló cabreada mientras se quitaba las mantas de encima y salía de su cuarto.

Bajó las escaleras y fue hacia la puerta donde vio un post-it pegado. 
"Hope, papa y yo nos hemos ido a la compra. Ana se ha ido con Paula Smith. Te quiere, mamá". 

Hope suspiró pero reaccionó cuando sonó, por cuarta vez, el timbre. Hope extendió la mano hasta el pomo de la puerta y lo giró para abrirla. Cuando vio al visitante quisó no haber abierto la puerta. O al menos vestida con el pijama y con el pelo desordenado.
-Buenos días, Hope- susurró el hombre.
-Profesor Edward- susurró ella avergonzada.
-¿Me invitas a pasar?

Hope asintió y se apartó para que su ya ex profesor pasase al interior de la casa. 
-¿Puedo sentarme?- preguntó él.

Hope se sorprendió. ¿Que hacía él allí? Seguro que no pasaba por algo. Quizá quería hablar. Y, si le pedía asiento, seguro que iba a ser una conversacion larga.
-¿Quiere una taza de té o de café?- preguntó Hope.
-Café, por favor.

Hope fue a la cocina y sonrió al ver la cafetera. La cogió, vio si había café en el interior y la puso sobre una bandeja junto otras tazas y azúcar.
-¿A que se debe esta visita?- preguntó Hope otra vez.

Edward se sirvió café en una taza y se echó azúcar.
-Me ha llegado un aviso de que vas a dejar la universidad.

Hope se mordió el labio. Seguro que le iba a agradecer por dejar una carrera para la que no servía.
-¿Que motivos tienes? ¿Son asuntos personales o se va a otra?
-Asuntos personales- respondió.
-¿Es tan grave para como para dejarlo todo? Si son problemas económicos puedes pedir una beca. Sus notas en el instituto fueron brillantes. No tendría problema.
-No es por el dinero. Y no, tampoco me cambio de universidad.
-¿Entonces?
-Practico boxeo y me han ofrecido entrar a en un torneo que durará desde este fin de semana hasta pasadas navidades. 
-¿Te gustaba tu carrera?- preguntó el profesor.

Hope suspiró. ¿A donde quería llegar?
-Si.
-Te propongo un trato.

Hope le miró sorprendida.
-Cuando termine el campeonato podrás incorporarte de nuevo al curso. Ya he hablado con la direccion y...
-No creo que la universidad sea mi lugar. 
-Eres mi mejor alumna, Hope. Claro que es tu lugar.
-¿Su mejor alumna?

Edward miró a la chica y asintió.
-La mejor en años- el señor apartó la mirada como si hubiera dicho aalgo que no debía-.He hablado con la direccion de la universidad y les he convencido de que puedas volver en un tiempo.
-Pero...
-Me tengo que ir- dijo Edward mientras dejaba la taza de café sobre la bandeja y se levantaba-. Ha sido un placer hablar contigo, Hope. Espero que tengas en cuenta la propuesta.
-La tendré en cuenta- susurró Hope nerviosa y desconcertada-. Ha sido un placer verle.

Hope le abrió la puerta.
-Digo lo mismo- le contestó el señor son media sonrisa en la boca y salió de la casa.

-Necesito que digas algo- susurró Zayn-. Algo. Aunque sea un monosilabo. Pero dime algo.

Lucía no quitaba la vista de su hermano. No quería mirar a Zayn. Sus palabras le habían aturdido un poco y su silencio le había permitido fantasear sobre cómo sería tener una relacion con el moreno. 
-¿Tienes un cigarro?

Zayn suspiró y le tendió un cigarro y el mechero. Lucía se le encendió sin que su hermano la viera.
-Entonces ¿dices que dejaras la vida de puton por mi?- preguntó ella.

Zayn suspiró. ¿Puton? ¿Esa era la idea que tenía Lucía de él?
-Si.
-Me lo tendrás que demostrar.

Zayn suspiró y miró a la chica.
-¿Como quieres que te lo demuestre?
-Demuestramelo siendo un "no puton".

Zayn soltó una carcajada pero al ver la seriedad del rostro de Lucía paró. 
-Vale. Rechazaré a todas las mujeres que no sean tú.

Lucía sonrió y tiró el cigarro para levantarse.
-¡Gonzalo! ¡Nos vamos!- chilló Lucía.

jueves, 22 de agosto de 2013

37.

El sol de la mañana entraba por la ventana de Lucía. Solo se giró. No quería despertar pero luego sintió como unas manos movían su hombro. Ella levantó la cabeza para ver a su hermano.
-¿Vamos a Haringey?- preguntó Gonzalo nervioso.
-¿Para?
-Quiero jugar al futbol- respondió.
Lucía se incorporó y miró su reloj.
-¡Son las diez de la mañana!
-Pero quiero ir ya.
-¿Con quien vas a jugar al futbol?
-Con Steven.
-¿Steven vive en Haringey?- preguntó Lucía. No sabía que ninguno de los amigos de su hermano vivia por esa zona.
-No. Pero hay un campo de futbol fantástico. ¡Vamos!- dijo Gonzalo con un tono de súplica.

Lucía bufó. ¿Por qué? ¿Por qué en ese momento tenía que levantarse para llevar a su hermano a Haringey para que jugase al futbol?
-Que te lleve papá- dijo la chica mientras que se volvía a tapar con las sábanas.
-¡No me quieres! ¡Por eso no me quieres llevar! ¡No me quieres!

Lucía se volvió a incorporar en la cama por los gritos de su hermano.
-¡Claro que te quiero! ¡Eres mi hermano!
-Pues llevame a Haringey- dijo el niño con cara de pillo.

Lucía volvió a bufar.
-Esta bien. Vistete y coge la pelota.
-¡Bien!- chilló Gonzalo emocionado.

Lucía vio como su hermano salía de su cuarto y se levantó. Se vistió con unos vaqueros oscuros, una camiseta y una sudadera rosa de Holister. Despues se puso sus deportivas y bajó a desayunar. Su hermana Paula estaba allí poniendose unos cereales en una taza.
-¿Que haces despierta a estas horas?- preguntó Lucía.
-Los gritos de Gonzalo me han despertado. ¿A donde le llevas?
-A Haringey. ¿Mama y papa?
-Se han ido a comprar.
-Esta bien. ¿Te vienes con nosotros?- preguntó la hermana mayor.
-¡No! ¡Solo vamos tu y yo!- dijo autoritario Gonzalo mientras botaba su pelota de futbol.

Paula se rió.
-No. Tengo resaca. Mejor me quedo aquí. Me dormiré de nuevo- dijo Paula.
-Esta bien...
-¡Vamonos!- volvió a gritar Gonzalo mientras abría la puerta de la casa y salía.

Lucía cogió una pieza de fruta y le siguió.
-Dile a mama que me le he llevado- dijo antes de salir.

Paula se rió sonoramente. Lucía no sabía lo que le esperaba.

Gonzalo iba corriendo por las distintas calles mientras que su hermana le seguía. Lucía no podía creer que su hermano tuviera tanta energía desde tan pronto. Pero cuando llegaron a las calles del barrio, Gonzalo se paró con miedo. Tenía miedo de esa parte de la ciudad desde que una vez su padre le llevó allí para ir a ver una cosa y, al ir a dar una moneda a uno de los mendigos, su perro le empezó a ladrar. Vio como su hermana continuaba a dos metros de ella con tranquilidad. ¿Ella no tenía miedo de Haringey? Su hermana era muy valiente.
-Lucía...
-¿Que?- preguntó ella deteniendose.
-¿Me coges?

Lucía frunció el ceño y le miró con curiosidad.
-¡Pero eres muy mayor!
-¡Pero tengo miedo!
-¿Y por que quedas aquí?
-Mike me dijo que aquí había un parque donde jugar al futbol.
-¿No habías hablado con Steven?- preguntó Lucía dudosa.
-¡Con Mike tambien!- mintió su hermano intentando ser convincente. Cuando vio que su hermana le miraba con duda la miró- Si me quisieras me cogerías.

Lucía volvió a suspirar y se agachó haciendo que sus brazos quedasen abiertos. Cuando Gonzalo fue allí, le rodeó con cariño y le dio un beso en la mejilla antes de levantarse y caminar de nuevo.
-No digas nunca más que no te quiero.

Gonzalo sonrió. Y la boca se le estaba empezando a hacer agua. Ya podía oler las gominolas que le había prometido Zayn.

El moreno llevaba en el bolsillo de su sudadera azul una gran bolsa de gominolas. Había ido aquella misma mañana a casa de Lucía intentando hablar con ella pero cuando le abrió Gonzalo tuvo otra idea. "Tienes que llevar a Lucía al parque de Haringey" le dijo. "¿Para?" Le respondió Gonzalo. "Alli hay una gran explanada para poder jugar al futbol. Además, si lo haces, llevaré gominolas de todo tipo. Regalices, fresas, chocolatinas...". Esas palabras convencieron al niño. Futbol y gominolas. ¿Que más quería un niño? Sin duda, Zayn había acertado.
Esperaba con nervios en la puerta sur del parque. Se lo había dicho a Gonzalo. Miró el teléfono y miró el mensaje que le había enviado Paula. "Han salido de casa a las 10:30. Suerte". Zayn miró su reloj. Estarían a punto de llegar. Miró tambien el cielo. Estaba azul y tenía alguna que otra nube blanca como el algodón. Sonrió. Haría bueno ese día. Notó como su estómago rugía. De los nervios no había podido desayunar. Cogió la bolsa de gominolas. Seguro que a Gonzalo no le importaba si cogía uno de los regalices. Mordió un poco y lo saboreó. Su tripa se lo agradeció. Despues cogió la bolsa que había comprado de M&M's y se comió unos cuantos pero paró. No quería dejar al niño sin lo prometido. Sacó un cigarro de la cajetilla de tabaco y lo encendió. Dio una calada y expulsó el humo. Sonrió. Miró de nuevo el reloj. Tenian que estar al llegar. Miró a un lado y al otro. Había gente pero no pudo ver ni a Lucía ni a Gonzalo. Torció su gesto. ¿Y si Lucía había decidido en el último momento no llevar a Gonzalo a Haringey? Pestañeó intentando convencerse de que no. Lucía iba a ir. Gonzalo la habría engañado para llevarla. Sonrió al oir la voz del niño.
-Pero...
-Gonzalo, no. No quiero pasar por esa puerta. Esta Zayn, uno de los obreros. Vamos por la puerta Norte.
-¡Pero es que te he mentido! ¡No he quedado ni con Steven ni con Mike! ¡He quedado con Zayn!

Zayn sonrió al ver la cara de sorpresa que puso Lucía. Despues vio como Gonzalo empezaba a correr hacia el moreno.
-¿Mis gominolas?- preguntó Gonzalo.

Zayn sonrió y le removió el pelo cuando le dio la bolsa.
-He cogido un regaliz y unos M&M's. Espero que no te importe.
-No- susurró Gonzalo alegre.

Lucía caminaba hacia ellos mientras se iba enfadando más y más a cada paso que daba.
-¿Vamos a jugar al futbol?- preguntó Zayn al niño.

Gonzalo gritó un "¡Si!" de alegría mientras cruzaba la valla del parque y entraba en él.
-¿Vamos?- preguntó el chico a Lucía-. Tenemos que hablar.

Lucía le miró mal y se mordió la lengua para no gritarle cuatro cosas. Puede que si lo hacía Gonzale empezase a decir las palabrotas que aprendería con los insultos a Zayn.
Sin decir nada, Lucía se giró y entró en el parque siguiendo a su hermano. ¡La habían engañado! Pero... ¿Como había sido posible eso? Lucía tenía la mente nublada mientras caminaba por el césped del parque. Veía como Gonzalo le daba alguna que otra patada a su balón para que este avanzase por si solo.
Zayn caminaba al lado de Lucía. Daba caladas a su cigarro mientras observaba el rostro malhumorado de la chica. Sabía que eso no se lo esperaba. Tambien sabía que le había molestado. Por la noche le había echado de su casa después de decir que él quería tener a una chica por noche y que ella no quería eso. Pero ver a Lucía con el otro chico le había sentado muy mal. No quería verle con otros. Quería verla con él. Solamente con él. Tambien le había dicho que le gustaba y ella... Ella fue la primera en rechazar a Zayn. Nunca le había pasado eso. Las demás caían a sus pies a la mínima. Pero Lucía no era como las demás. Lucía era especial.
Dio otra calada al cigarro y expulsó el humo mientras observaba de nuevo aa la chica. No estaba muy bien peinada. Tampoco estaba maquillada. Es más, Lucía tenía cara de muerto pero eso al moreno no le importaba. Ella era especial.
-Estas muy guapa hoy- dijo Zayn nervioso.

Lucía no le miró. ¿Le había ignorado? Zayn suspiró y di una última calada a su cigarro. Observó a Gonzalo. Se había parado en una parte de la explanada y saludaba a su hermana y a Zayn con un ligero movimiento de mano. Lucía sonrió. Pero cuando notó que Zayn se ponía enfrente de ella para hablar dejó de sonreir. Le incomodaba aquella mirada color café sobre ella. Se giró y fue a uno de los bancos de madera que había cerca. Zayn la iba a seguir pero Gonzalo le detuvo.
-Zayn, ¿nos pasamos la pelota?

Zayn miró al niño y después a su hermana. Quizá iba a ser bueno dejala un poco de tiempo para que se relajara.
-Por supuesto.
-Te voy a machacar- dijo Gonzalo.
-Eso ya lo veremos- le retó el chico.

Lucía intentó sonreir pero no pudo. Estar allí, con la cercanía de Zayn, la estaba matando. ¿Por qué? Si sabía como era ¿por qué permitió que ocurriese algo entre ellos? ¿Por qué si supo que engañó a una chica diciendo que era empresario? Siempre engañaba a las chicas. ¿Por qué permitió sentir algo por él si sabía como era? Todos los momentos que estuvo a su lado, todos esos besos y el "me gustas" de la noche anterior solo eran herramientas para Zayn. Lucía estaba segura de que el chico solo quería una cosa: sexo. Sexo, sexo y solo sexo. ¿Por qué tenía que seguir aguantandole? ¿Por qué estaba allí? Su hermano le había engañado pero... ¿Para que seguir allí? Lucia se levantó del banco para llamar a Gonzalo quien se pasaba el balon con Zayn pero antes de abrir la boca observó como unos niños se acercaban a Gonzalo y a Zayn.
-¿Podemos jugar?- preguntó un niño de color que iba acompañado de otro niño de piel blanca.
-Claro que podeis jugar- dijo Zayn sonriente-. Jugad los tres. Yo estaré allí- dijo el moreno señalando el banco donde Lucía se había vuelto a sentar.

Lucía sintió un escalofrio recorrer su espalda al ver que Zayn se acercaba de nuevo a ella. Tuvo que hacer que sus manos parasen de temblar pero, como símbolo de nerviosismo, cruzó sus piernas y sus brazos.
-¿Puedo sentarme contigo?- preguntó Zayn.

Lucía le ignoró y Zayn se sentó. Zayn se mordió el labio mientras observaba que la chica había bajado la cabeza para ver sus piernas. Despues vio como recogía todo su pelo y se hacía una coleta alta.
-¿Solo querías sexo?- preguntó finalmente ella.

Zayn sonrió. ¡Por fin le hablaba! Aunque no hubiera querido que empezase por ahí.
-Al principio si. Luego sentí que me empezabas a gustar y quise quitar el problema de raiz pero te vi con otro y no pude.
-¿Con que solo querías sexo?
-Pero ahora me gustas.

Lucía apartó la mirada de Zayn y se centró en su hermano quien se reía con sus dos nuevos amigos.
Zayn observaba cada vez mas nervioso a Lucía. Suspiraba, se pasaba la mano por el pelo y por la cara y fumaba. Fumaba rápido. Muy rápido.
-¿No te da vergüenza tu estilo de vida?- preguntó Lucía.
-¿Como?
-¿A cuantas has acompañado a casa, Zayn?
-A muchas. Pero hay una diferencia entre esas muchas y tú.

Lucía le miró a los ojos.
-Tú me importas.
-Lo dices como si fuera verdad.
-¡Es verdad!- dijo Zayn intentando simular una sonrisa-. ¿Sabes a cuantas les he falsificado el carnet para que pudieran sacar a su hermana del calabozo? ¿Sabes por cuantas me he preocupado por sus mareos? ¿Sabes por cuantas he roto y he borrado números de teléfono de otras chicas? ¿Sabes por cuantas he llegado a sentir celos? ¿A cuantas les he dejado mi chaqueta? ¿Por cuantas me he quedado en un puesto tirando dardos para explotar globos para conseguir un muñeco? ¿Por cuantas he dejado a mi exnovia de forma definitiva?

Lucía miró sorprendida al moreno y tragó saliva.
-Por una chica. Por ti. ¿Por qué? Me gustas.

Lucía intentó no sonreir. Seguía enfadada con el chico.
-Me gusta tu sudadera- dijo Zayn intentando romper el hielo de nuevo-. Me la tendras que dejar algún día.

Lucía esta vez no pudo evitar sonreir. Ni tampoco sonrojarse.
-Dejaría el estilo de vida por el que me has preguntado si tuviera una oportunidad contigo- susurró Zayn al oído de Lucía. Puso al ver que Lucía también sonreía y le miraba-. Lo prometo.

martes, 6 de agosto de 2013

36.

Zayn y Lucía caminaban por las oscuras calles de Londres. Ninguno de los dos hablaban. Era una situación incómoda. Zayn le había dicho a ella que le gustaba despues de que Lucía le hubiera puesto celoso con Joe. Llegaron a la casa de la chica. Lucía miró al moreno. Pero este apartó la mirada de ella. Lucía se mordió el labio.
-¿Vas a decir algo?- preguntó ella.

Zayn giró la cabeza y suspiró. Que sensación más incomoda. 
-Lo siento- susurró finalmente.

Lucía le miró sorprendida.
-Se que querías irte con el otro chico pero no podía permitirlo.
-¿Por que?
-Ya te lo he dicho. Me gustas.

¡Vaya! Era la segunda vez que se lo decía en una noche. Zayn se lo decía a muchas chicas muchas noches. Pero nunca se lo había dicho a alguien que le gustase de verdad. Bueno, a Karen. Pero con ella había sido distinto. Se lo decía pero se iba con otras. Con Lucía había rechazado ya a dos chicas: Nicole y Marga. Nicole le había dado un papel con su número y lo tiró a la papelera y Marga se lo había apuntado en el brazo. Zayn se subió la manga de su camisa, chupó uno de sus dedos y empezó a restregarlo por los números.
-¿Que haces?- preguntó Lucía mirandole. 
-Borrar el número de Margaret.
-¿Margaret era la chica con la que estabas?

Zayn asintió y siguió restregando su dedo para borrar la tinta de boligrafo.
-Zayn...

Zayn no dijo nada. Estaba concentrado en su tarea.
-Zayn- repitió Lucía.

Zayn siguió ignorandola.
-¡Zayn! ¡Para!- chilló la chica nerviosa.

Zayn la miró sorprendido.
-Vete.
-¿Por qué?
-Tú quieres seguir viendo a otras tías. Yo no busco eso- dijo Lucía mientras que abría su bolso para buscar las llaves.

Zayn la miró serio. Tenía una sensación extraña. Quizá era que nunca le habían echado. Lucía era la primera.
La chica fue a abrir la puerta de la verja de su casa pero Zayn le quitó las llaves. No quería que ella fuera. No despues de haberla dicho que le gustaba. 
-Dame las llaves- gruñó Lucía.
-No. Dime por qué estas enfadada.
-¿Que por qué estoy enfadada?- dijo Lucía sorprendida.
-Si. No lo entiendo.
-Porque hay un tio que me gusta que es muy gilipollas.

Zayn se quedó paralizado. Mierda. A Lucía le gustaba otra persona.
-¿Quien?- preguntó con miedo.
-¡Tú!

Zayn suspiró aliviado.
-Pero eres un gilipollas. ¿Si se supone que te gusto porque dices de ver a otros?

Zayn se mordió el labio y despues se pasó la lengua por este. Lucía extendió el brazo y le quitó las llaves.
-Adios- dijo la chica antes de entrar en su casa.

-No me gusta Paula- decía Harry cuando ya iba por su quita copa.

Louis miraba mal a Niall. ¿Por qué había dicho que a Harry le gustaba la chica? Ahora tendrían que estar toda la noche escuchandole.
-No me gusta Paula- decía una y otra vez.
-Ya lo sabemos, Harry- dijo Louis-. Vamonos a casa. 
-Si. Yo conduzco- susurró Harry.

Harry se intentó levantar del taburete donde estaba sentado pero se tambaleó y se volvió a sentar. Empezó a reirse.
-No. Conduzco yo- dijo Louis.

Louis hizo que Harry pasase uno de sus brazos por sus hombros y le obligó a caminar. Pero Louis se tuvo que parar cuando Harry se separó de él y se fue a unas chicas: Ana y Paula.
-Que sepas que no me gustas- dijo Harry a Paula-. Solo te vacilo cuando me aburro y te defiendo de Brad porque sino no te va a dejar en paz. ¡Pero no me gustas! ¡Asi que quitate de la cabeza que puedas salir conmigo!

Paula miraba a Harry sorprendida. ¿Que estaba diciendo? Mientras tanto, Ana no paraba de reirse. La cara de Paula y las palabras de Harry eran muy buenas.
-Bueno, adiós- dijo Harry.

Empezó a despedirse de Ana con dos besos y después se acercó a Paula para darle un beso en la boca. Ana se quedó con la boca abierta. Despues se volvió a reir.
-Y no me gustas- dijo Harry otra vez.

Niall y Louis, que tambien miraban sorprendidos a Harry, se le llevaron como pudieron entre los dos.
Ana miró a Paula aún riendose.
-¿Me ha besado?- preguntó Paula aún sin creerselo.

Ana la miró, afirmó con la cabeza y después se volvió a reír.

Era la una de la madrugada. Liam y Laura paseaban dados de la mano. Ha sido la primera vez que han salido como novios y ambos estaban felices. Laura se sonrojaba de vez en cuando, casi siempre cuando Liam le decía algo bonito al oído. Nunca habia estado con un chico como él. Era simpático, educado, guapo... Lo tenía todo.
-Esta es mi casa- dijo Laura con una sonrisa. Vio que la luz del salón estaba encendida-. Mi padre debe estar despierto.

Liam sonrió.
-Seguro que no le gustaría saber que un chico me ha acompañado hasta casa- susurró Laura en su oído.
-Seguro que con tu madre lo hacía.

Laura se rió. En ese momento se dió cuenta de que Liam no sabía que sus padres eran homosexuales. Pero no se lo iba a contar en ese momento. Era muy pronto. Ya se lo diría.
-Seguro- dijo Laura-. Tengo que entrar. Si mi padre oye a alguien saldrá.

Liam afirmó con la cabeza y se acercó a su chica para darla un beso de buenas buenas noches. Laura sonrió y le abrazó el cuello para sentirle más cerca de ella. Todo era perfecto con Liam.
-Buenas noches, Liam- dijo ella.
-Buenas noches- contestó él con una sonrisa tímida.

Liam vio como su novia se giraba e iba a la puerta. Cuando la abrió vio luz y oyó la televisión. Laura, antes de cerrar la puerta, hizo un movimiento de mano a modo de despedida.

lunes, 5 de agosto de 2013

35.

Niall entró en el local donde estaban sus amigos. Harry estaba intentando animar a Louis, quien no había querido salir de fiesta.
-Louis, tienes que salir- dijo el de rizos-. Tienes que olvidar a Hope.
-¿por qué?- preguntó Louis molesto.
-Porque es lo mejor- susurró Harry-. Ella no siente ya nada por ti.
-Hola- saludó Niall-. ¿Que se cuece hoy por aquí?Harry y Louis le miraron.
-¿Liam?- preguntó Louis.
-Sigue con Laura. No creo que vengan hoy por aquí. Estan embobados- dijo Niall con una sonrisa-. El amor es así...
-El amor es un asco- susurró Harry mientras miraba a Louis-. Hace sufrir.

Niall miró a su amigo de ojos verdes.
-Que Louis este mal no significa que tú no vayas a ser feliz con Paula- bufó Niall.
-¿Que?- preguntaron Louis y Harry sorprendidos.
-Voy a por algo de beber- dijo el rubio.

Niall les echó una mirada y se giró para alejarse pero Harry le detuvo cogiendole del brazo.
-¿A que ha venido eso?

Niall soltó una carcajada.
-No me vengas con esas, Harry. Somos demasiado mayores para decir que no nos gusta alguien.
-A mi Paula no me gusta.
-¿Y por que la defiendes siempre de Brad? ¿Y por que la vacilas siempre?

Harry miró a su amigo rubio. 
-Porque me preocupo por ella. Y porque me aburro.
-Si te preocupas es por algo. Y si prefieres vacilarla a ella antes de estar con otra tambien- dijo Niall.
-Mentira.
-Verdad. Y ahora me voy. Tengo sed.

Harry observó como Niall se alejaba por el local. No. Niall no tenía razón. No le gustaba Paula.

Ana y Paula aún seguían flipando. Lucía se había ido con Joe a bailar. Bailaban pegados y lento. De vez en cuando miraban a Zayn quien estaba con Marga bebiendo una copa. Pero se reían al ver el rostro preocupado de Zayn. Este miraba por encima del hombro de la chica que le acompañaba con Lucía estaba con el otro. Joe sabía que Lucía quería algo y no iba a decirla que no. Es más. Se acercó a ella y la susurró algo en su oído haciendo que ella se riese. Despues juntaron sus labios. La frente del moreno se arrugó al ver eso. 
-Mierda- dijo él.
-¿Que pasa?- preguntó Marga.Zayn la miró sorprendido.
-Nada. Cosas mias.
-¿Es algo importante?

Zayn vio como Joe daba la mano a Lucía y se iba con él a una de las plataformas que había en el local para subirse y bailar con Joe.
-Si. Es muy importante- dijo Zayn mirando sorprendido a la pareja-. Creo que me voy a ir.
-¿Que?- preguntó la chica.
-Si. Es muy importante.

Marga puso cara de decepción pero sonrió. Hizo un gesto a uno de los camareros.
-Un boligrafo.

El camarero le hizo caso y Marga remangó la manga de la camisa del moreno para empezar a escribir su numero en el brazo. 
-Llamame- dijo Marga mientras sonreía.

La chica se fue a acercar a Zayn para besarle pero Zayn apartó la cara rapidamente.
-Tengo que irme- dijo mientras se levantaba.

Zayn dejó atras a Marga y caminó hacia la plataforma. Mientras daba grandes zancadas pudo ver como Joe agarraba a Lucía de la cintura. Zayn se mordió el labio. Ojalá fuera él quien cogiera a Lucía de esa forma. Llegó a la plataforma y dio una ligera palmada a la pierna del chico.
-¿Que te crees que haces?- dijo Zayn cuando Joe le miró.

Joe no podía escucharle. La música estaba muy alta.
-¿Qué?- dijo Joe.
-¡Dejala!- chilló Zayn.

Era imposible. Joe no le entendía. Este puso una mueca de no escuchar nada. Lucía miraba a Zayn sorprendida. Luego giró la cabeza para que ninguno de los dos pudiera ver la sonrisa que tenía en la cara. 
Zayn, desesperado de que Joe no le escuchara dio un salto para poder subirse también a la plataforma. Joe le miró sorprendido cuando Zayn se puso enfrente de él.
-¡Dejala!- dijo Zayn.Esta vez Joe si lo entendió.
-¿Por qué?
-Porque sí.
-¿No decias que podríamos ver a más personas?- preguntó Lucía haciendose la enfadada. 
-Lo retiro- chilló Zayn.
-¿Por que?

Joe miraba a la chica confundido. ¿Que estaba pasando?
-Porque no quiero verte con otros tios.
-¿Y yo si tengo que verte a ti con otras?
-Si. ¡No!

Lucía puso cara de asombro.
-O sea, tú si pero yo no.
-¡No!- dijo Zayn mientras se pasaba la mano por el pelo-. Quería decir que no.
-Zayn, tú has dicho que...
-¡Ya se lo que dije! ¡Y soy gilipollas! 
-¡Si! ¡Eres un gilipollas!
-¡Un gilipollas que se dio cuenta que le gustas y que no quiere hacerte sufrir!

En ese momento en que la música estaba a tope, para Lucía se convirtió en silencio. ¿Que? Despues Lucía soltó una carcajada. No quería creerle. Seguro que era mentira.
-Vete, Zayn- dijo Lucía.
-¡Lucía!- chilló Zayn.
-¿Quieres que nos vayamos?- preguntó Joe a la chica.
-Si, por favor.
-No voy a dejar que te vayas con él- dijo Zayn.

Lucía miró a Zayn con odio pero luego pensó. ¿Acaso no era eso lo que quería esa noche? ¿No había querido ver si Zayn se ponía celoso? Lo había conseguido. ¿Que más quería?
-Vete tú, Joe. Nos veremos en clase- dijo Lucía haciendo que Zayn sonriese.
-Gracias- susurró el moreno.

Joe les miró a ambos y despues se bajó de la plataforma. No entendía muy bien que acababa de pasar. 
Zayn miró a Lucía y puso una media sonrisa en su cara. Lo había conseguido. Había alejado a Lucía de ese chico para quedarsela para él solo. Y le había dicho que le gustaba. ¿Eso significaba algo tambien para ella?
-¿Me acompañas a casa?- preguntó Lucía.Zayn volvió a poner otra sonrisa.
-Si, vamos.